Servidores de descarga. Todo vuelve a la “normalidad”

Ya lo dije en un artículo anterior. El cierre de Megaupload no iba a servir de nada. Las consecuencias han sido dos meses de continua confusión en la red y para los usuarios. Además de dar a conocer al mundo la envergadura del negocio de las descargas, o más concretamente, de los servidores de descargas. Cuando se llevó ha cabo dicho cierre, todos los usuarios quedaron perplejos ante el dispendio informativo, y sobre todo, pensaron que esto había terminado. Los servidores del estilo de Megaupload (pero no de tanta envergadura del tipo “Fileserve”) empezaron a borrar de manera, que se podría calificar de histérica, todos sus archivos ante el terror lógico de que les pasara algo parecido. El tiempo ha puesto otra vez las cosas en el sitio en el que estaban, pero de forma distinta. Ahora ha surgido el fenómeno de los mega o meta servidores. Estos, en realidad son servidores que engloban a otros muchos. Es decir, pagando a uno de ellos, se tiene la posibilidad de acceder a unos 50 servidores de descarga. Actualmente hay dos que destacan en la red: Filenium y Real Debrid Sus precios son muy competitivos en comparación con los ofrecidos por Megaupload. Sobre todo en el caso de Real Debrid.

Otra vez, y para variar, las industrias discográficas y cinematográficas han perdido una oportunidad de oro para aprovecharse de la confusión en la red, y sacar a la luz páginas de descargas propias con precios realmente atractivos, tanto en el alquiler, como en la venta de sus películas o música, con el objetivo de que al usuario le resulte mucho más atractivo la descarga o streaming pagado que el gratuito.

Las consecuencias del cierre de Megaupload, que para estas industrias fueron motivo de celebración, y pasados estos dos meses, pueden pasar a ser devastadoras. Y voy a enumerar los motivos:

  1. El cierre dio a conocer el ingente negocio de cientos de millones de dólares que generaba Megaupload. De todos era conocido que ganaban mucho dinero, pero el público en general no tenía ni idea que llegara a tanto.
  2. Muchos inversores privados han visto una oportunidad de negocio donde invertir, y no sólo hacen números, sino que contactan con sus caros e influyentes bufetes de abogados para ver su viabilidad y solventar los errores legales cometidos por Megaupload.
  3. En la red se empieza a hablar y a especular acerca de las futuras ubicaciones de los nuevos servidores de descarga. Países inaccesibles para el FBI como: Irán, Venezuela o la propia China (siempre omnipresente).
  4. La animadversión de los usuarios de la red acostumbrados a usar estos servicios. Se calcula en unos 50 millones en todo el mundo. Que si ya existía antes del cierre, se ha visto incrementada de manera exponencial.

Cuando se produce el cierre, se publicó en casi todos los medios de comunicación, que el aumento de venta de entradas en los cines el primer fin de semana fue de un 30%. NO ME LO CREO!!! Lo que no publicaron los medios de comunicación fue el brutal aumento en las descargas registrado de las olvidadas P2P como Emule. Se calcula que llegó a un 3.000%. La terquedad y la recurrencia sigue en los dos lados de esta partida interminable y que por lo visto no tiene fin. Obviamente y como conclusión, siguen y seguirán perdiendo los mismos, como no cambien de actitud de una buena vez.

El mercado lo domina el que compra, no el que vende. Esta frase no tendría sentido sino existiera Internet. Esta frase se ha convertido en una ley de mercado, que es imposible saltarse si se quiere triunfar. Internet ha terminado con los monopolios, nos da la oportunidad de comparar, de conocer, de interactuar y de vivir la total libertad como usuarios y consumidores. Se acabó con lo de: tú escuchas y ves lo que yo quiero. Porque yo quiero que no veas ni escuches más allá de lo que te impongo a la fuerza para salvaguardar mis intereses y sobre todo mi poder.

Para terminar, os voy a contar una anécdota que ilustra y justifica todo lo anteriormente escrito en este artículo.

En el año 1977, yo tenía 12 años,  viendo en la televisión un programa de variedades llamado “Sumarísimo” emitieron un vídeo de los Jackson Five, con el insuperable Michael Jackson a la cabeza (un niño como yo en aquella época). Quedé alucinado, y rápidamente se lo comenté a mi hermana mayor. Recuerdo que me dio 500 ptas. para que comprara el disco. Los Jackson Five ya eran, en ese momento, un grupo consolidado en EE.UU. Estaban en los 5 primeros puestos de las listas de éxitos más importantes. Cuando llegué a la tienda de discos, al día siguiente, le pregunté a la dependienta por este grupo. Me miró como si estuviera loco. Me contestó que estaba equivocado, que seguro que me estaba refiriendo a Jackson Browne, y me terminé llevando su disco que tenía una portada con una fotografía, para mi, antológica: una batería en mitad de una carretera con un fondo del horizonte al atardecer. Tengo que reconocer, que cuando lo oí, sentí una gran decepción. Su música, nada tenía que ver con lo que había oído el día anterior. Aunque tengo que reconocer también, que su tema “Stay” me consoló, en cierto sentido, por dicha decepción. Tuvo que pasar más de un año, hasta que un sesudo de la discográfica de estos chicos en España, se dio cuenta de que podrían tener éxito también en nuestro país. Un año en donde todos los fines de semana, sin faltar ni uno, peregriné por todas las tiendas de discos preguntando siempre lo mismo, y siempre obteniendo la misma respuesta: ese grupo no existe. Para las generaciones actuales como la de mis hijos, esto, y sólo gracias a Internet,  a Dios gracias, no volverá a ocurrir.