Apple no despierta

Captura de pantalla 2013-09-11 a la(s) 12.41.43Después de la última presentación de Apple, conocida como Keynote, llego a la conclusión que Apple no ha despertado de su letargo desde el fallecimiento de Steve Jobs. Seguimos, con la Keynote del martes, con presentaciones insulsas y sin contenido, sin novedades más allá de los rumores de antes del comienzo de la misma. Lo peor es que llega un nuevo teléfono (el iPhone 5C) que se vende como (Low Cost) y salvo sorpresas por parte de las operadoras en España y en el resto del mundo menos EE.UU. de Low Cost nada de nada. El iPhone 5C se vende libre por 599$ y el 5S por 699$. O lo que es lo mismo, si nos ponemos a sacrificar 599$ de nuestro bolsillo para adquirir un 5C libre, podríamos hacer un esfuerzo poniendo encima de la mesa 100$ por el 5S, que no es de plástico y tiene doble procesador entre otras ventajas frente al 5C.

De todas maneras, no se puede vaticinar que es lo que va a ocurrir. El mercado es muy caprichoso e imprevisible. Pero con los datos actuales en la mano, y aunque le desee todo lo mejor a mi querida marca desde hace más de 15 años, el resultado en ventas, si es malo (lo más probable bajo mi punto de vista), puede poner a Apple en una situación muy comprometida, sobre todo a nivel de imagen de marca.

Por otro lado, esperaba algo más de esta keynote, como hago desde hace dos años. Pero nada, que no hay manera. Que Mr. Cook aún no se ha levantado del duro golpe de su jefe y amigo.

Hay cosas, que por desgracia, ni se heredan ni se aprenden, como en es el caso de la genialidad o de la ambición llevada a los extremos de Mr. Jobs.

Solo espero y para terminar, que Cook tenga la suficiente inteligencia como para asumir sus limitaciones y se ponga a buscar con toda urgencia a alguien que se parezca, aunque solo sea un poco, a Jobs. Con eso bastaría.

A falta de otra cosa, y a día de hoy, mucha suerte a la marca que siempre he defendido a capa y espada aunque no lo parezca. La marca la necesita, y los que trabajamos con todos sus dispositivos también.

Una cita y termino definitivamente: «No hay mayor competencia, que la propia incompetencia»

Apple se la juega

invitación-AppleTal vez sea un titular un tanto exagerado, pero lo cierto es que la próxima presentación (keynote como lo llaman ellos) podría ser decisiva para la compañía. Llevamos dos años, desde la muerte del que podríamos calificar como su resucitador (Steve Jobs) que Apple no sorprende a casi nadie. Ha sido una etapa de continuidad, sin grandes novedades. Los mismos dispositivos mejorados y poco más. Eso a nivel de Hardware. A nivel de software, tampoco hay mucho más que decir, más continuidad.

Podría decirse por lo que acabo de escribir, que quien lo suscribe es un enemigo de Apple. Pues muy al contrario, soy lo que se denomina un «Maquero» desde hace más de 15 años. Desde la época en que los que trabajábamos con Mac, poco menos que éramos unos imbéciles. Y temíamos muy seriamente la desaparición de la marca. De hecho, faltó casi nada para que así ocurriera sino llega a ser por la entrada en el último momento del Sr. Jobs.

Apple ha acostumbrado muy mal a todo el mundo. En 10 años ha revolucionado el mercado con nuevos dispositivos: iPod, iMac, Macbook, Macbook Air, iPhone, iPad… Todos ellos, totalmente diferentes en diseño y prestaciones a lo que había en cada momento en el mercado. Han revolucionado el sector hasta puntos insospechados, sobre todo en la telefonía móvil, haciendo que compañías como Motorola (en manos de Google) y Nokia (salvada hace unas horas por Microsoft) estuvieran a punto de desaparecer. Compañías que tenían toda la cuota de mercado y que pasaron a su casi desaparición si no llega a ser por Google y Microsoft. A eso se le denomina dar la vuelta a la tortilla. A Apple le falta un Steve Jobs. Tim Cook es un gran gestor, pero por lo visto no hay más. No hay que quitarle méritos en absoluto por ello, su directo competidor (Microsoft) ha tenido durante 13 años un gestor pésimo (Steve Ballmer). Muchos han calificado su etapa de CEO, como una etapa perdida. Queda claro que vender detergentes y sus derivados (Procter & Gamble) y vender tecnología, poco o nada tienen que ver. Pero insisto, no solo vale con gestionar bien o fantásticamente bien, hay que crear, innovar. Y la innovación hace tiempo que no se pasea por las oficinas de Cupertino, ni siquiera como invitado.

Un inciso con Samsung que es una compañía que lo está haciendo francamente bien. Aunque solo saben copiar, son expertos en ello. Y lo seguirán haciendo muy bien, a la sombra de Apple, si es que Apple vuelve a la etapa de la sorpresa.

El IOS 7 es la gran esperanza tanto para ellos como compañía, como para nosotros los usuarios. Queremos ver cosas nuevas, impactantes. Cosas a las que la competencia no tenga más remedio que copiar (como ha hecho siempre). Volver a sentirnos orgullosos e integrados en la marca, que la Keynote del próximo 10 de septiembre nos devuelva las sonrisas que se reflejaban en nuestras caras como en la época de Jobs. Que Cook se tome algo tonificante (legal claro está) con el objetivo de que en la forma de hacer la presentación, llegue solo un poco más arriba de las suelas de los zapatos de su antecesor al que tanto añoramos y recordamos (con eso, por lo menos yo, me conformo).

Para terminar, se espera, no un nuevo iPhone, sino una progresión modesta del actual iPhone 5, el 5S. La gran novedad (para mi es una auténtica estupidez a la que la propia compañía le está dando un protagonismo injustificado si así ocurre y por las especulaciones sobre lo que se deduce del diseño de la invitación al evento tal y como muestro en la foto) es que vamos a poder elegir entre varios colores en el dispositivo. Si esa es la mayor novedad para ellos, la decepción será para muchos (y me incluyo) ENORME. Quedaría hablar sobre el nuevo sistema operativo «Mavericks» pero por lo poco que he visto, más que innovación, se trata de mejorar algunas cosas (que ya era hora, por cierto).

Bueno, mucha suerte a Apple. Yo, por que soy así de terco y de imbécil, seguiré confiando en ellos. La lealtad, muchas veces, es un tanto irracional.

Gracias por leerme.